Lagar de Isilla Reserva, Ribera del Duero - 2017

Lagar de Isilla Reserva es un verdadero tesoro de la Ribera del Duero, una región famosa por producir algunos de los mejores tintos de España. Este vino, elaborado 100% con Tempranillo de viñedos antiguos, refleja la esencia de la región con su carácter robusto y elegante. Las uvas seleccionadas manualmente y los procesos de elaboración minuciosos, como la fermentación alcohólica con levaduras autóctonas y la fermentación maloláctica en barricas de roble, aportan una profundidad de sabor y una suavidad en los taninos que se agradece en cada sorbo.

Al probar Lagar de Isilla Reserva, notarás de inmediato sus aromas profundos de ciruelas y moras maduras, complementados con sutiles notas de cuero, tabaco de pipa y canela. Estos aromas no solo invitan, sino que te preparan para una experiencia gustativa rica y compleja. En boca, los sabores de frutas negras maduras se mezclan con chocolate oscuro, pimienta negra y un toque balsámico, culminando en un final largo y persistente que deja una impresión duradera.

Este vino es extremadamente versátil en el maridaje. Sus taninos robustos y sabores intensos lo hacen ideal para acompañar chuletas de cordero a la parrilla o un bistec de res con reducción de vino tinto. También puedes disfrutarlo con platos más creativos como pimientos rellenos de quinoa y setas, donde los sabores terrosos de las setas y la textura de la quinoa armonizan maravillosamente con el vino. Incluso una paella de mariscos puede beneficiarse de la robustez y las notas especiadas de este tinto, creando una combinación sorprendentemente satisfactoria.

En resumen, Lagar de Isilla Reserva es un vino que combina perfectamente la tradición y la calidad de la Ribera del Duero. Su complejidad y elegancia lo hacen ideal tanto para ocasiones especiales como para disfrutarlo en una cena íntima. Asegúrate de servirlo entre 16-18°C para apreciar todas sus capas de sabor y disfrutar al máximo de esta joya enológica.

Variedades: 100% Tempranillo, uvas seleccionadas de viñedos antiguos.

Viñedos: Ubicados en Ribera del Duero, Castilla y León. Esta región es famosa por su clima extremo, que aporta características únicas a sus vinos.

Elaboración: Vendimia manual, maceración en frío, fermentación alcohólica con levaduras autóctonas, y fermentación maloláctica en barricas de roble. Estos procesos intensifican los sabores y aromas del vino, además de suavizar los taninos.

Temperatura de servicio: Se recomienda servir entre 16-18°C. El vino a esta temperatura permite apreciar mejor sus complejidades y matices.

Vista: Color rojo cereza intenso con tonos ámbar, brillante y limpio.

Nariz: Aromas profundos de frutas maduras, como ciruelas y moras, acompañados de notas de cuero, tabaco de pipa y canela.

Boca: Sabores de frutas negras maduras, chocolate oscuro, pimienta negra y un toque balsámico. Final largo, complejo y persistente.

1. Chuletas de cordero a la parrilla:La riqueza y jugosidad del cordero complementan los taninos robustos y los sabores intensos del vino, mientras que las notas de cuero y tabaco en el vino realzan los sabores de la carne asada.
2. Bistec de res con reducción de vino tinto: La carne de res, especialmente preparada con una reducción de vino tinto, se combina perfectamente con los aromas a frutas negras y el final largo del vino, creando una experiencia de sabor armoniosa y profunda.
3. Pimientos rellenos de quinoa y setas:Los sabores terrosos de las setas y la textura de la quinoa armonizan con las notas balsámicas y de pimienta negra del vino, ofreciendo una opción vegetariana sabrosa y satisfactoria.
4. Paella de mariscos: Aunque el marisco suele maridar con vinos blancos, el carácter robusto de este vino tinto y sus notas de frutas maduras y especias pueden complementar bien los sabores intensos del azafrán y los mariscos en la paella.