Hoy te quiero contar sobre un vino que seguramente te encantará, especialmente si disfrutas de esos días soleados y cenas al aire libre. Se trata de un coupage de 85% Sauvignon Blanc y 15% Merseguera, elaborado en la hermosa región de Alicante, España. Este vino se fermenta en depósitos de acero inoxidable a baja temperatura, lo que permite conservar toda la frescura y los aromas frutales que lo caracterizan. Además, el contacto prolongado con sus lías le aporta una textura y complejidad adicionales, algo que se nota con cada sorbo.
Al servirlo, te sorprenderá su color amarillo pajizo con reflejos verdosos, brillante y limpio. En nariz, presenta una intensidad media con predominio de aromas cítricos como el limón, acompañados de notas tropicales de piña y maracuyá. Estos aromas se complementan con sutiles toques herbáceos y minerales, lo que lo convierte en un vino realmente interesante y complejo. En boca, su entrada es fresca y su acidez está perfectamente equilibrada, destacando los sabores de frutas tropicales y cítricas, con un ligero final salino y una persistencia media.
Este vino es versátil y marida de maravilla con una variedad de platos. Imagina disfrutarlo con un ceviche peruano, donde su acidez y notas cítricas realzan la frescura del plato. O tal vez prefieras unos langostinos a la parrilla con limón y ajo, donde su frescura mediterránea y acidez equilibran perfectamente los sabores ahumados del marisco. Incluso con una ensalada caprese, su ligereza y frescura complementan a la perfección los sabores de la albahaca fresca y los tomates maduros.
Así que, si buscas un vino fresco, equilibrado y con una buena dosis de complejidad, este coupage de Sauvignon Blanc y Merseguera es una excelente elección para tus encuentros y celebraciones.
Variedades: 85% Sauvignon Blanc, 15% Merseguera
Viñedos: Ubicados en Alicante, España.
Elaboración: Fermentado en depósitos de acero inoxidable a baja temperatura, con contacto prolongado con sus lías para aumentar la complejidad y textura.
Temperatura de servicio:Servir a 8-10°C, perfecto para resaltar su frescura y aromas frutales.
Vista: Color amarillo pajizo con reflejos verdosos, brillante y limpio.
Nariz: Intensidad media con predominio de aromas cítricos como limón y notas tropicales de piña y maracuyá. Sutiles toques herbáceos y minerales que añaden complejidad.
Boca: Entrada fresca con una acidez equilibrada. Sabores de frutas tropicales y cítricas, con un ligero final salino y una persistencia media. Ideal para maridar con pescados y mariscos.
En Bodegas Enrique Mendoza, iniciamos nuestro viaje en 1989, marcados por una filosofía innovadora y revolucionaria en el mundo del vino de Alicante. Desde el principio, optamos por variedades foráneas, pero con el tiempo, nuestro amor por la tierra nos llevó a enfocarnos en la variedad autóctona Monastrell, reflejando nuestra conexión con el Mediterráneo y su historia vitivinícola que se remonta a la época de los íberos.
Nuestra Finca El Chaconero, situada en la pedanía de Las Virtudes, cerca de Villena, es un terreno con una historia que se extiende hasta el siglo XVI. Con una diversidad de suelos y microclimas, y designada como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), nuestra finca es un claro ejemplo de cómo el respeto por la naturaleza y el entorno es fundamental en nuestra filosofía.
Nos esforzamos por la excelencia, pero no solo en términos de calidad. Para nosotros, la excelencia significa respeto: a las personas, al paisaje y al territorio. Este respeto se refleja en nuestro trato a los viñedos y a todas las personas que contribuyen a nuestro éxito.
Como miembros de Grandes Pagos de España, compartimos valores como la singularidad del terruño y la integración armoniosa de los vinos con su entorno. Trabajamos en colaboración con otras bodegas prestigiosas, intercambiando investigaciones y prácticas para avanzar hacia un sector vitivinícola más moderno y sostenible.
Los viñedos de Bodegas Mendoza están profundamente arraigados en la rica historia vitivinícola de la provincia de Alicante. Esta región, conocida por su producción de vino desde el siglo VI a.C., se destaca por sus restos arqueológicos que confirman la antigua práctica de la viticultura. La ubicación estratégica de Alicante en el Mediterráneo Occidental ha sido crucial en el desarrollo de sus vinos, con influencias que se remontan a los fenicios y romanos
La viticultura en Alicante ha experimentado altibajos a lo largo de los siglos. En el siglo XIX, la región experimentó un auge significativo en la producción vitivinícola, conocido como el "siglo de oro", especialmente cuando las enfermedades del oidium y la filoxera afectaron a los viñedos franceses, lo que llevó a un tratado comercial preferencial con Francia. Sin embargo, en el siglo XX, la viticultura en la región sufrió una recesión debido a un cambio en el modelo productivo hacia cultivos más rentables. A pesar de esto, la creación de la "Denominación de Origen Alicante" en 1932 ayudó a consolidar y proteger los vinos de la región.
La provincia de Alicante presenta dos zonas climáticas distintas que influyen en sus viñedos. Por un lado, está la costa mediterránea, donde las brisas marinas tienen un impacto significativo en los viñedos costeros. Por otro lado, está la comarca del Alto Vinalopó, ubicada a más de 600 metros sobre el nivel del mar, donde los viñedos se benefician igualmente de las brisas marinas a través de los pasillos montañosos. Esta diversidad de climas y suelos, que incluyen suelos con alta presencia de cantos calcáreos, costras, piedras y arenas, contribuyen a la singularidad de los vinos de Bodegas Mendoza