Legado de Orniz


Legado de Orniz rio Toro

BODEGAS LEGADO DE ORNIZ


La suma de los talentos de Enriqueta Celemín, enóloga española, y de Diego Alfredo Ribbert, enólogo argentino, ha dado como fruto un proyecto más que interesante. El lugar elegido para desarrollarlo fue el icónico entorno de Toro.


La localidad elegida fue San Román de Hornija, una zona por la que la filoxera nunca pasó. La Tinta de Toro de sus viñas fue la uva que cautivió a Enriqueta y a Diego Alfredo, y decidieron que éste enclave histórico debía ser el lugar en el que desarrollar su proyecto.
Sus vides son de la naturaleza más diversa: los viñedos centenarios se entremezclan con otro más jóvenes, de 40 años; los suelos arenosos y los cantos rodados cobijan sus raíces y sus exposiciones y sus alturas también son de lo más diversas.
Así se consigue un control total sobre la definición de los que serán los vinos de la casa: con una paleta de colores amplia para dar luz a los mejores vinos. 

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