Laman Airen, 2020

El Laman Blanco, un auténtico viaje a la frescura castellana en cada copa, se presenta como el aliado perfecto para esos momentos donde la ligereza y la armonía son protagonistas. Al descorcharlo, te invita a sumergirte en los soleados viñedos de España, un detalle que no solo seduce al paladar sino que también enriquece el espíritu.

Su esencia radica en la uva Airén, variedad autóctona de España, que le confiere una identidad distintiva, una especie de firma olfativa y gustativa que te enamora desde el primer encuentro. Al servirlo, su color amarillo pálido, brillante y limpio, anticipa una experiencia sensorial única, donde la frescura se convierte en el hilo conductor de una trama deliciosamente compleja.

En nariz, se despliegan sin timidez los aromas de pera y melocotón, entrelazados con sutiles notas florales, promesa de una experiencia olfativa que invita a cerrar los ojos y dejarse llevar. Y es en la boca donde la trama se intensifica: la fruta se despliega con una elegancia inusitada, acompañada de una acidez equilibrada que refresca y prepara el paladar para el próximo sorbo.

Este vino, ideal para disfrutar bien frío, se convierte en el maridaje perfecto para platos ligeros, desde una ensalada verde crujiente hasta un delicado pescado blanco a la parrilla, pasando por el exótico ceviche de pescado, donde la acidez cítrica y los sabores limpios complementan a la perfección los tonos frutales y la acidez vibrante del vino. Y para los amantes de la cocina más sofisticada, un risotto de espárragos con su cremosidad y sabores terrosos ofrece un contrapunto interesante que resalta la versatilidad de este blanco.

Variedades: 100% Airén

Viñedos: Viñedos seleccionados de la región de Uclés, en Castilla.

Elaboración: Vinificación enfocada en preservar la frescura y los aromas primarios de la uva.

Temperatura de servicio: Se disfruta mejor en una temperatura entre 8 y 10 °C.

Vista: Amarillo pálido, brillante y limpio, invita a la degustación.

Nariz: Frescos aromas de pera y melocotón se entremezclan con sutiles notas florales, prometiendo una experiencia olfativa encantadora.

Boca: La intensidad de la fruta se despliega con elegancia, acompañada de una acidez equilibrada que refresca y prepara el paladar para una siguiente copa.

1. Ensaladas: Una ensalada crujiente con una variedad de hojas frescas, rodajas finas de pepino, tomates cherry y un toque de queso feta para un contraste salado. El aderezo debe ser ligero, quizás una vinagreta de aceite de oliva y limón, para complementar la acidez y frutalidad del vino sin abrumarlo.

2. Pescado blanco a la parrilla: Una pieza delicadamente asada de pescado blanco, como la lubina o el tilapia, sería excelente. La parrilla debe impartir un ligero tostado para añadir complejidad, mientras que la carne permanece tierna y escamosa. Adornar con rodajas de limón y hierbas frescas como eneldo o perejil para realzar el perfil aromático del vino.

3. Ceviche de pescado: Este plato de mariscos crudos marinados es una elección excepcional para acompañar el Laman Airén. El ceviche, con su acidez cítrica y los sabores limpios del pescado, complementa a la perfección los tonos frutales y la acidez vibrante del vino. Añade cilantro fresco, cebolla morada y un toque de chile para una armonía de sabores que resonará con el carácter joven y vivaz del vino.

4. Risotto de espárragos: Un risotto cremoso y suave, hecho con espárragos frescos y un toque de limón, ofrece una rica textura y sabores terrosos que contrastan agradablemente con la frescura del Laman Airén. La cremosidad del risotto y la intensidad verde de los espárragos se equilibran con la estructura y el perfil aromático del vino, creando un maridaje sofisticado y satisfactorio.