¿Cómo preparar una sangría blanca?

La sangría blanca, una versión más ligera y refrescante que la tradicional elaborada con vino tinto, se ha ganado su lugar como una alternativa ideal para los días calurosos o para quienes buscan sabores más suaves. Esta bebida combina vino blanco con frutas frescas, zumos naturales y, a veces, algún licor, dando como resultado una preparación vibrante y fácil de disfrutar. Elección del vino blanco El vino es la base de toda buena sangría, por lo que conviene optar por uno blanco seco y con carácter afrutado. Algunas de las mejores elecciones incluyen: Sauvignon Blanc, con sus notas herbales y cítricas, resalta la frescura del conjunto. Chardonnay, que aporta una textura más redonda y sabores frutales. Albariño, conocido por su acidez marcada y perfil aromático, ideal para una sangría con chispa. Pinot Grigio, ligero y fresco, se integra muy bien con frutas y otros ingredientes. Escoger un vino de calidad marcará la diferencia, ya que su sabor influirá directamente en el resultado final. Ingredientes comunes Frutas frescas como naranjas, manzanas, limones, peras, melocotones o frutos rojos aportan color y sabor. Zumos cítricos, especialmente de naranja o limón, ayudan a equilibrar dulzor y acidez. Endulzantes a gusto: azúcar, miel o siropes, según la intensidad deseada. Licores opcionales como triple seco, brandy o licor de melocotón intensifican el perfil alcohólico y aromático. Refrescos o gaseosa para añadir burbujas y aligerar el conjunto; incluso cava si se busca un toque más festivo. Preparación básica Preparar las frutas: lavar bien y cortar en rodajas o trozos. Macerar: en una jarra grande, combinar el vino, las frutas y el endulzante. Refrigerar al menos 2 horas. Añadir licores y refresco justo antes de servir, ajustando sabor y efervescencia. Servir con hielo, decorando con más frutas o un poco de menta fresca si se desea. Consejos útiles Personaliza con distintas frutas o licores para adaptar la receta a tu gusto. Deja reposar la mezcla el tiempo suficiente para que los sabores se integren bien. Sírvela bien fría para disfrutarla en su mejor expresión. Versátil, ligera y llena de posibilidades, la sangría blanca es una reinterpretación deliciosa del clásico español, perfecta para compartir en cualquier ocasión con un toque personal.

Dejar un comentario

Los comentarios se aprobarán antes de mostrarse.

Buscar productos