¿Alguna vez has combinado un buen vino con chocolate y te has preguntado por qué la experiencia no fue tan celestial como esperabas? Pues, ¡no estás solo en esto! A veces, lo que parece ser la cúspide del placer gourmet termina siendo un maridaje más complicado de lo esperado.

La clave de este misterio está en el azúcar. Aquí te doy unos consejos y maridajes perfectos, y aunque te hablaré un poco de ciencia, puedes saltarte directamente a los maridajes si lo prefieres.

La Teoria detrás del Maridaje del Chocolate

La mayoría de los vinos de mesa son fermentados hasta alcanzar lo que llamamos un estado "seco", lo que significa que todo el azúcar de las uvas se ha convertido en alcohol. Pero algunos vinos secos pueden parecer más dulces por varias razones: pueden estar hechos con frutas más maduras, tener menos acidez, un mayor contenido de alcohol (que es perceptiblemente dulce), o haber sido madurados de una manera particular, como en barricas de roble que añaden un toque de vainilla o especias dulces.

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Imagina que estás comiendo un chocolate particularmente dulce, como un trozo grande de Toblerone, y luego tomas un sorbo de un delicioso pinot noir. Tus papilas gustativas, ya adaptadas a la dulzura del chocolate, pueden encontrar que el vino ahora parece amargo y áspero. Es un desequilibrio clásico que queremos evitar.

Maridajes de Vino y Chocolate

El objetivo siempre es alcanzar un equilibrio armonioso.

  1. Chocolate Oscuro
    Maridajes: Cabernet Sauvignon, Toro, Ribera del Duero, Oporto

    Con el chocolate oscuro, necesitas vinos con cuerpo y carácter para igualar su amargura intensa. Un cabernet sauvignon con su robustez y frutas oscuras es ideal, al igual que un Toro o un tempranillo de Ribera del Duero. El Oporto, con sus taninos y dulzura, es otra excelente opción.

  2. Chocolate con Leche
    Maridajes: Merlot, Gamay, Moscato

    Con el chocolate con leche, especialmente si es más oscuro (50-60% de cacao), opta por un merlot o un pinot más maduro. Si es más suave, elige vinos con algo de azúcar residual, como un moscato espumoso de Valencia o un cosecha tardía.

  3. Chocolate Blanco
    Maridajes: Riesling, Champagne, Espumoso dulce, Rosado

    Aquí necesitas vinos con azúcar residual pero ligeros, como un riesling floral y afrutado, o un vino de postre blanco. Un rosado semi-seco también puede ser una buena opción. Para un toque sofisticado, un Champagne o vino espumoso con método tradicional, con notas ácidas y galletas, crea un contraste delicioso con el dulce chocolate blanco.

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