Este vino no solo ha capturado la atención de los críticos con sus puntuaciones consistentes de 91-92 puntos por Robert Parker, sino que también ha ganado reconocimiento en los Wine Style Awards como uno de los mejores Monastrell de España. Al beberlo, te encontrarás con un abanico de sabores que incluyen mora, ciruela y cereza negra, haciendo que cada sorbo sea una experiencia deliciosa y memorable.
Proveniente de la Finca Chaconero en Villena, Alicante, este vino es un fiel reflejo de su terroir, situado a 600 metros con suelos areno-limosos y cascajo. La crianza de 6 meses en barricas de roble francés aporta una estructura bien balanceada y notas sutiles de vainilla. En boca, es fresco y con volumen, con un postgusto medio y una tanicidad media bien integrada.
Este vino es extremadamente versátil en términos de maridaje. Acompaña perfectamente carnes como cordero asado, estofado de ternera y pato a la naranja, donde los taninos y las notas de vainilla y tabaco realzan los sabores robustos de estos platos. También es un excelente complemento para pastas como la lasagna de carne y pasta al ragú de salchicha, así como para quesos curados como el manchego y el queso de cabra, que armonizan con su estructura y acidez. Incluso platos como la moussaka, la paella de carne y el risotto de setas encuentran en este Monastrell un compañero ideal.
En resumen, este Monastrell de Alicante es un vino que logra un equilibrio perfecto entre elegancia y complejidad. Su perfil fresco y accesible, junto con su capacidad de maridar con una amplia variedad de platos, lo convierte en una opción ideal tanto para celebraciones como para cenas más íntimas.
Variedades: 100% Monastrell
Viñedos: Finca Chaconero, Villena (Alicante), situada a 600 metros con suelos areno-limosos y cascajo.
Elaboración: Crianza de 6 meses en barricas de roble francés, aportando notas de vainilla y una estructura bien balanceada.
Temperatura de servicio: Se recomienda servir en una temperatura entre 16-18°C.
Vista: Color rojo picota.
Nariz: Aromas intensos de frutos rojos maduros, especias dulces y sutiles toques de madera.
Boca: Fresco, con volumen, postgusto medio y recuerdos a monte bajo. Tanicidad media bien integrada.
En Bodegas Enrique Mendoza, iniciamos nuestro viaje en 1989, marcados por una filosofía innovadora y revolucionaria en el mundo del vino de Alicante. Desde el principio, optamos por variedades foráneas, pero con el tiempo, nuestro amor por la tierra nos llevó a enfocarnos en la variedad autóctona Monastrell, reflejando nuestra conexión con el Mediterráneo y su historia vitivinícola que se remonta a la época de los íberos.
Nuestra Finca El Chaconero, situada en la pedanía de Las Virtudes, cerca de Villena, es un terreno con una historia que se extiende hasta el siglo XVI. Con una diversidad de suelos y microclimas, y designada como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), nuestra finca es un claro ejemplo de cómo el respeto por la naturaleza y el entorno es fundamental en nuestra filosofía.
Nos esforzamos por la excelencia, pero no solo en términos de calidad. Para nosotros, la excelencia significa respeto: a las personas, al paisaje y al territorio. Este respeto se refleja en nuestro trato a los viñedos y a todas las personas que contribuyen a nuestro éxito.
Como miembros de Grandes Pagos de España, compartimos valores como la singularidad del terruño y la integración armoniosa de los vinos con su entorno. Trabajamos en colaboración con otras bodegas prestigiosas, intercambiando investigaciones y prácticas para avanzar hacia un sector vitivinícola más moderno y sostenible.
Los viñedos de Bodegas Mendoza están profundamente arraigados en la rica historia vitivinícola de la provincia de Alicante. Esta región, conocida por su producción de vino desde el siglo VI a.C., se destaca por sus restos arqueológicos que confirman la antigua práctica de la viticultura. La ubicación estratégica de Alicante en el Mediterráneo Occidental ha sido crucial en el desarrollo de sus vinos, con influencias que se remontan a los fenicios y romanos
La viticultura en Alicante ha experimentado altibajos a lo largo de los siglos. En el siglo XIX, la región experimentó un auge significativo en la producción vitivinícola, conocido como el "siglo de oro", especialmente cuando las enfermedades del oidium y la filoxera afectaron a los viñedos franceses, lo que llevó a un tratado comercial preferencial con Francia. Sin embargo, en el siglo XX, la viticultura en la región sufrió una recesión debido a un cambio en el modelo productivo hacia cultivos más rentables. A pesar de esto, la creación de la "Denominación de Origen Alicante" en 1932 ayudó a consolidar y proteger los vinos de la región.
La provincia de Alicante presenta dos zonas climáticas distintas que influyen en sus viñedos. Por un lado, está la costa mediterránea, donde las brisas marinas tienen un impacto significativo en los viñedos costeros. Por otro lado, está la comarca del Alto Vinalopó, ubicada a más de 600 metros sobre el nivel del mar, donde los viñedos se benefician igualmente de las brisas marinas a través de los pasillos montañosos. Esta diversidad de climas y suelos, que incluyen suelos con alta presencia de cantos calcáreos, costras, piedras y arenas, contribuyen a la singularidad de los vinos de Bodegas Mendoza