Este tinto de Tinta de Toro te ofrece una experiencia sensorial dominada por una intensa presencia de fruta negra madura, complementada con sutiles notas de vainilla y especias. Su elaboración cuidadosa, que incluye una fermentación en tinos de roble francés y acero inoxidable, seguido de una fermentación maloláctica en madera, le otorga una complejidad y una estructura notable. Además, su envejecimiento de 12 meses en barricas de roble francés y americano de segundo año asegura un equilibrio perfecto entre potencia y elegancia. Al servirlo entre 16-18°C, te aseguras de disfrutar todas sus capas de sabor en su máximo esplendor.
Entre sus notas de cata este vino despliega aromas intensos de fruta negra madura, como moras y ciruelas, acompañadas de sutiles notas de vainilla y especias dulces que invitan a explorar cada sorbo. En boca, se muestra con taninos maduros y jugosos, aportando una textura sedosa y un final graso que persiste, dejando una impresión duradera. Este equilibrio entre taninos y acidez lo hace muy accesible y disfrutable desde ahora, aunque su estructura también sugiere un buen potencial de guarda.
Este vino es ideal para maridar con carnes rojas a la parrilla, donde su riqueza y taninos jugosos complementan la intensidad y umami de un chuletón de ternera. Igualmente, los quesos curados como el Manchego o el Parmesano encuentran en este vino un compañero ideal, armonizando con su salinidad e intensidad.
Variedades: 100% Tinta de Toro
Viñedos: Ubicados en El Pego, Zamora, en suelos arenosos con grava a 720 metros de altitud.
Elaboración: La fermentación se realiza parcialmente en tinos de roble francés y en acero inoxidable, seguido de fermentación maloláctica en tinos de madera. El vino se envejece durante 12 meses en barricas de roble francés y americano de segundo año, lo que añade complejidad y estructura.
Temperatura de servicio: Se recomienda servir en una temperatura entre 16-18°C para una mejor experiencia.
Vista: Color cereza picota de capa alta con reflejos púrpura.
Nariz: Aromas intensos de fruta negra madura con sutiles notas de vainilla y especias.
Boca: Taninos maduros y jugosos, equilibrado con un final graso y persistente.
La riqueza y los taninos jugosos del vino complementan perfectamente la intensidad y el umami de la carne roja. El final graso del vino equilibra la textura de la carne. Ej.: Chuletón de ternera a la parrilla con sal marina y hierbas frescas.
Los quesos curados, como el Manchego o un buen Parmesano, tienen una intensidad y salinidad que armonizan con los taninos maduros y las notas especiadas del vino. Ej.: Tabla de quesos curados con frutos secos y mermelada de higos.
La fruta negra madura y las especias dulces del vino complementan la riqueza y el sabor profundo del estofado. Los taninos bien integrados equilibran la grasa del cordero. Ej.: Estofado de cordero con romero, tomillo y una pizca de canela.
La acidez y la dulzura de la naranja realzan las notas de fruta del vino, mientras que la textura jugosa del pato se complementa con los taninos suaves. Ej.: Magret de pato con salsa de naranja y puré de patatas trufado.
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