Vino de capa alta, color rojo rubí con ribete teja. En fase olfativa es muy mineral, tranquilo y sosegado con excelentes aromas a grafito, piedras negras, humus y tierra recién labrada, fresco, balsámico con recuerdos a eucalipto y mentol.
En boca es intenso con carácter maduro, denso y carnoso con abundantes taninos.
Tiene un postgusto largo y armonioso en el que de nuevo vuelven las notas ahumadas y tostadas de gran calidad aportadas por las barricas.
Se recomienda disfrutar tanto como aperitivo por la complejidad y sutileza de su textura, como con pastas, carnes blancas y rojas a la parrilla pero no muy condimentadas. También con algunos guisos y platos de cuchara. Se recomienda disfrutar a 16°C.
Elaborado 70% de Cabernet Sauvignon y 30% Syrah, procedentes de nuestra Finca “El Chaconero” de Villena en el paraje denominado Cabezo de la Virgen. Fermentación con levaduras autóctonas. La crianza de este vino se realizó durante 16 meses en barricas nuevas y de primer año de roble francés Allier.
Esta bodega nació gracias a la pasión por el vino. Y esta pasión nunca ha dejado de crecer. El proyecto se fraguó a finales de la década de los 70, cuando Enrique Mendoza se convirtió en un ¨rising star¨en el mundo del vino al pasar de hacer vino para el consumo familiar a los mercados internacionales.
En Bodegas Enrique Mendoza, iniciamos nuestro viaje en 1989, marcados por una filosofía innovadora y revolucionaria en el mundo del vino de Alicante. Desde el principio, optamos por variedades foráneas, pero con el tiempo, nuestro amor por la tierra nos llevó a enfocarnos en la variedad autóctona Monastrell, reflejando nuestra conexión con el Mediterráneo y su historia vitivinícola que se remonta a la época de los íberos.
Nuestra Finca El Chaconero, situada en la pedanía de Las Virtudes, cerca de Villena, es un terreno con una historia que se extiende hasta el siglo XVI. Con una diversidad de suelos y microclimas, y designada como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), nuestra finca es un claro ejemplo de cómo el respeto por la naturaleza y el entorno es fundamental en nuestra filosofía.
Nos esforzamos por la excelencia, pero no solo en términos de calidad. Para nosotros, la excelencia significa respeto: a las personas, al paisaje y al territorio. Este respeto se refleja en nuestro trato a los viñedos y a todas las personas que contribuyen a nuestro éxito.
Como miembros de Grandes Pagos de España, compartimos valores como la singularidad del terruño y la integración armoniosa de los vinos con su entorno. Trabajamos en colaboración con otras bodegas prestigiosas, intercambiando investigaciones y prácticas para avanzar hacia un sector vitivinícola más moderno y sostenible.
Los viñedos de Bodegas Mendoza están profundamente arraigados en la rica historia vitivinícola de la provincia de Alicante. Esta región, conocida por su producción de vino desde el siglo VI a.C., se destaca por sus restos arqueológicos que confirman la antigua práctica de la viticultura. La ubicación estratégica de Alicante en el Mediterráneo Occidental ha sido crucial en el desarrollo de sus vinos, con influencias que se remontan a los fenicios y romanos
La viticultura en Alicante ha experimentado altibajos a lo largo de los siglos. En el siglo XIX, la región experimentó un auge significativo en la producción vitivinícola, conocido como el "siglo de oro", especialmente cuando las enfermedades del oidium y la filoxera afectaron a los viñedos franceses, lo que llevó a un tratado comercial preferencial con Francia. Sin embargo, en el siglo XX, la viticultura en la región sufrió una recesión debido a un cambio en el modelo productivo hacia cultivos más rentables. A pesar de esto, la creación de la "Denominación de Origen Alicante" en 1932 ayudó a consolidar y proteger los vinos de la región.
La provincia de Alicante presenta dos zonas climáticas distintas que influyen en sus viñedos. Por un lado, está la costa mediterránea, donde las brisas marinas tienen un impacto significativo en los viñedos costeros. Por otro lado, está la comarca del Alto Vinalopó, ubicada a más de 600 metros sobre el nivel del mar, donde los viñedos se benefician igualmente de las brisas marinas a través de los pasillos montañosos. Esta diversidad de climas y suelos, que incluyen suelos con alta presencia de cantos calcáreos, costras, piedras y arenas, contribuyen a la singularidad de los vinos de Bodegas Mendoza