El Lagar de Isilla 122 te trae una experiencia vibrante y dinámica que transformará cualquier momento en una celebración. Este vino, con su ensamble de 92% Tempranillo, 4% Albillo Mayor y 4% Cabernet Sauvignon, se cultiva en los suelos arcillosos de San Juan del Monte, en la famosa región de Castilla y León, España. Al beber este vino, sentirás cómo cada sorbo captura la esencia de su tierra.
Visualmente, este vino es un espectáculo: su color rojo cereza picota con matices cardenalicios demuestra una vitalidad inconfundible. A la nariz, se presenta un ramillete aromático donde predomina la fruta roja madura, acompañada de toques de canela y vainilla que culminan en frescos balsámicos. Una verdadera sinfonía silvestre que te transporta a los bosques más frondosos con cada inhalación.
En boca, la entrada es amplia y sumamente agradable, marcada por una frutalidad intensa que conjuga armoniosamente con la madera, ofreciendo un balance elegante y sin excesos. Aquí, los matices de zarzamora, grosella y mora se entrelazan con recuerdos especiados y de monte bajo, dejando un retrogusto persistente que invita a seguir disfrutando.
La versatilidad de El Lagar de Isilla 122 lo hace ideal para acompañar una amplia gama de platos. Desde un robusto cordero asado, cuyos sabores ricos y distintivos se complementan perfectamente con la estructura tánica del vino, hasta setas a la parrilla para una opción vegetariana que resalta las notas terrosas y complejas del vino. Los quesos curados, como el manchego o el parmesano, encuentran en este vino un compañero digno de su intensidad.
Variedades: Un blend de 92% Tempranillo, 4% Albillo Mayor, 4% Cabernet Sauvignon.
Viñedos: Viñedos de suelos arcillosos en San Juan del Monte, Castilla y León, España.
Elaboración: Maceración en frío, fermentación con levaduras autóctonas, 3 meses en barricas de roble americano y francés.
Temperatura de servicio: Se recomienda servir a una temperatura entre 14-16ºC.
Vista: Capa media-alta con tonalidades de rojo cereza picota y ribetes cardenalicios, reflejando vitalidad.
Nariz: Aroma intenso donde domina la fruta roja madura junto con destellos de canela y vainilla, rematados por frescos balsámicos.
Boca: Entrada amplia y agradable, marcada por una frutalidad expresiva del bosque y una madera que armoniza sin dominar, dejando recuerdos especiados y de monte bajo.
En el corazón de la Ribera del Duero, se encuentra Bodegas y Viñedos El Lagar de Isilla, un lugar donde la historia, la familia y el vino se entrelazan para crear una experiencia enológica única. Situada en La Vid, a escasa distancia de Aranda de Duero, esta bodega se alza como un emblema de la tradición vinícola burgalesa, avalada como la mejor región vitivinícola del mundo en 2012.
Todo comenzó en una bodega histórica del siglo XV, oculta bajo el restaurante El Lagar de Isilla en Aranda de Duero, donde la familia Zapatero Pinto dio sus primeros pasos en el mundo del vino. Su éxito fue tal que decidieron expandirse, trasladando su pasión y savoir-faire al complejo enológico de La Vid, heredando el encanto de una finca colonial de 1890.
Con 40 hectáreas dedicadas al cultivo, principalmente de la variedad Tempranillo, esta bodega también abraza el Cabernet Sauvignon y el Merlot, reflejo de su compromiso con la diversidad y la calidad. La vendimia manual y una meticulosa selección en bodega subrayan su filosofía de respeto por la tierra y sus frutos.
El Lagar de Isilla produce vinos tintos y parcelarios que expresan la esencia de cada rincón de sus tierras. Dos marcas distintivas, El Lagar de Isilla y El Lagar de Isilla 9 meses Gestación, cuentan la historia de una bodega que, con cada sorbo, invita a descubrir los matices de la Ribera del Duero.